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El negociador desleal

Artículo publicado en el diario Expansión el 21 de septiembre de 2013

Rajoy con Mas en La Moncloa pacto fiscalVivimos días en los que las cartas cruzadas entre Mas, el presidente del gobierno catalán que alienta y apoya la independencia de Cataluña, y Rajoy, presidente del gobierno español que apuesta porque Cataluña siga siendo una Comunidad Autónoma y pide respeto a la ley y lealtad, han hecho abrigar a algunos ciudadanos la esperanza de que todavía se puede alcanzar una solución negociada al conflicto originado por la pretensión del gobierno catalán de CiU y los líderes de ERC e ICV-EUiA de ejecutar la resolución aprobada por sus partidos en el Parlament de Cataluña el pasado diciembre que pretende organizar una consulta (inconstitucional) en 2014 para preguntar a los catalanes si son partidarios de la independencia como paso previo a la constitución del estado independiente al que aspiran. Como pone de manifiesto lo ocurrido en Europa en los años que precedieron a la segunda Guerra Mundial, contemporizar con quienes no tienen intención alguna de cumplir lo pactado no lleva a ninguna parte, sino acaso a agudizar la intensidad del conflicto posterior. Rajoy debería medir muy bien sus pasos, evitar las arenas movedizas hacia las que algunos pretenden arrastrarle y empezar a adoptar las decisiones que cabe esperar del presidente del gobierno de España.Chamberlain, Hitler, Mussolini y Daladier

Sin margen para el acuerdo

El conflicto actual sólo podría desactivarse mediante una negociación civilizada si pudieran encontrarse salidas aceptables para ambas partes y para ello hace falta voluntad para encontrarlas y para cumplir los acuerdos alcanzados. A estas alturas, nada indica que sea posible. La trayectoria de Mas al frente del gobierno catalán desde finales de 2010 ha constituido una confrontación permanente con el gobierno central que ha acabado por dinamitar todos los puentes entre ambos gobiernos. Inició su peregrinación exigiendo un pacto fiscal que otorgara al gobierno catalán la llave de la caja, se dejó fotografiar calmando su sed en un vaso donde podía leerse “Catalonia is not Spain”, votó a favor de la independencia en la consulta de celebrada en Barcelona el 10 de abril de 2011, asumió la independencia como objetivo de su partido, fue a Madrid a presentar su proyecto de crear un Estado independiente y presentó junto con ERC una resolución en el Parlament de Catalunya que proclama al pueblo catalán “sujeto político, jurídico y soberano” y compromete al gobierno a realizar un referéndum como paso previo a la constitución de un Estado independiente. Además su partido y el gobierno catalán que preside han llevado campañas de intoxicación de la ciudadanía transformando con la varita mágica de Mas-Colell el superávit fiscal de 3.300 millones acumulado entre 2009 y 2010 en nada menos que en un expolio de 32.900 millones; asimismo, la Generalitat ha prestado apoyo financiero y logístico a organizaciones como Omnium Cultural, la Coordinadora Nacional para las consultas y la Asamblea Nacional de Catalunya que han organizado las consultas independentistas y las manifestaciones del 11S celebradas en los últimos años. A la vista de su trayectoria y declaraciones, lo único que el gobierno español puede negociar con Mas y ERC son los términos de la secesión de Cataluña y aunque Rajoy se ha limitado a pedir lealtad y respeto a la ley va siendo hora de que como presidente del Gobierno le exija su cumplimiento.Mas con el orfeó ista a su vuelta de la fallida reunión con Rajoy en Madrid

 

Mas y los independentistas no cumplirán

Por si fuera poco lo ya expuesto, quiero recordar a los posibilistas la deslealtad con la que se comportó Mas en 2006. El 21 de enero, se reunía con Rodríguez Zapatero presidente del gobierno español en La Moncloa, y los dos, sin consultar a Maragall entonces presidente del gobierno catalán, sellaron un pacto para desatascar la tramitación del proyecto de Estatut de Cataluña en el Congreso. Pocos días después, Mas dejaba bien claras sus intenciones en una entrevista en La Vanguardia (29-01-2006): “Mi objetivo sigue siendo el texto aprobado por el Parlament. No podemos alcanzarlo de una vez pero sí con dos o tres saltos como el que ahora hemos dado”. Y para dejar bien claras las cosas Jordi Pujol, presidente de CDC, manifestaba al recibir el XVII galardón especial Sabino Arana en Bilbao (La Vanguardia, 30-01-2006) que el texto que ahora se negocia “no será un texto para muchos años, ni será para la generación que ahora accede a la política”. En otras palabras, todavía no se había materializado el acuerdo en el Congreso ni refrendado el nuevo Estatut por los catalanes, cuando los dos líderes de CDC declaraban que era papel mojado.Rodríguez Zapatero con Artur Mas en La Moncloa

Ahora están mucho más claras que entonces sus intenciones y nadie en su sano juicio daría valor alguno a un acuerdo firmado con Mas o su gobierno. No obstante, sigue habiendo posibilistas que achacan el conflicto al inmovilismo del gobierno español. A propósito de la respuesta de Rajoy a la carta de Mas, El País mantenía sin rubor hace unos días que “el gobierno cierra todas las salidas a la crisis catalana”, afirmación maniquea donde las haya porque el propio diario ya avisó el 24 de marzo de 2012 que Mas y CDC asumían “el objetivo político de la independencia” y conminaban a sus dirigentes a centrarse “en convencer de ello a la gran mayoría de los catalanes”. A los secretarios generales Pérez Rubalcaba (PSOE) y Pere Navarro (PSC) sólo se les ha ocurrido proponer la reforma de la Constitución para transformar el estado de las Autonomías en un estado federal, sin aclarar por qué los cambios que propugnan desactivarían el conflicto actual. En los Estados Unidos, por ejemplo, la Presidencia y todas las agencias federales, el Congreso y el Senado, el Tribunal Supremo, la Guardia Nacional y el ejército tienen competencias muy importantes sobre las relaciones exteriores, el orden público y la justicia, la fiscalidad, la economía y las finanzas, la sanidad, el medio ambiente, etc., y eso es precisamente lo que rechazan quienes como CDC y ERC no quieren compartir la soberanía.Mas y Jonqueras el acuerdo

Una anécdota reveladora

El 21 de noviembre del año 2000, ETA asesinó a Ernest Lluch, en el garaje de su domicilio en Barcelona. Al día siguiente, la Universidad de Barcelona de la que era catedrático le organizó un homenaje en el Paraninfo. Acudí conmocionado y todavía recuerdo el sobrecogedor silencio del recinto y los rostros tensos del público. Aunque llegué con bastante antelación no encontré ningún asiento libre y me senté en la tercera fila de los bancos que se habían dispuesto a los lados de la mesa presidencial. Poco a poco se fueron llenando con políticos y dio la casualidad de que delante de mí se sentaron Mas, consejero de Economía y Finanzas del gobierno de Pujol, y Esteve, secretario general de CDC. Ya iniciado el acto, apareció la ministra de Educación Pilar del Castillo y se produjo un considerable revuelo. Pasqual Maragall se levantó y ofreció su asiento a la Ministra que lo rehusó mientras Mas y Esteve cuchicheaban y se reían grotescamente. Todavía siento repugnancia al recordar su mezquino comportamiento. La Ministra permaneció en pie hasta que terminó el acto. Pocos días después, un colega con información de primera mano tuvo a bien explicarme lo ocurrido: al tener noticia de que iba a acudir al acto, el rector de la Universidad de Barcelona se apresuró a llamar a sus colegas para ocupar la mesa presidencial e impedir a la Ministra presidirlo. Así se las gastan los nacionalistas catalanes ‘moderados’.Mas y Pere Esteve en julio de 2000Pilar del CastilloPasqual Maragall 1998

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