El retablo de la corrupción de CDC

Artículo publicado en el diario Expansión el 21 de marzo de 2017

Millet y Montull en el banquillo. Ambos han confesado en la Audiencia de Barcelona que CDC recibía a través del Palau el 3 % de empresas a las que adjudicaba obras.

La semana pasada pudimos al fin escuchar las declaraciones de los tres saqueadores confesos del Palau de la Música en la vista oral que se está celebrando de Barcelona para decantar sus responsabilidades y las de los líderes de Convergencia Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de Pujol, Mas y Puigdemont. Primero declaró el Sr. Millet, otrora poderoso amo del Consorci del Palau de la Música Catalana, la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música y la Associació Orfeó Català; a continuación lo hizo el Sr. Montull, gerente del Consorci y mano derecha del Sr. Millet; y, finalmente, declaró la Sra. Montull, hija del Sr. Montull y directora financiera. No deja de ser paradójico que la vista se esté celebrando en la Ciudad de la Justicia, una de las obras adjudicadas por Pujol y Mas en las que Millet y el Palau actuaron, según reconocieron, como recaudadores del famoso 3% para CDC.

Millet recibiendo de Pujol la orden de Sant Jordi.

Caso Palau-CDC

Gemma Montull.

Los tres imputados coincidieron en confirmar el papel de intermediarios que Millet y el Palau desempeñaron entre empresas que, como Ferrovial, patrocinaban la institución musical, y CDC, y confirmaron las sospechas de que las burdas prácticas contables e irregularidades manifiestas constatadas en la gestión del Palau y sus fundaciones no pudieron perpetrarse sin la connivencia de los líderes convergentes. En mi artículo “Dos bobos muy listos… y sus cómplices nacionalistas” publicado el 23 de noviembre de 2009, ya apuntaba que “los Sres. Millet y Montull tuvieron también que contar con la complicidad de todos los responsables de las Consejerías de Cultura y Economía y Finanzas de la Generalitat que ignoraron las relevantes irregularidades que presentaban las cuentas del Consorci y de la Fundació y las salvedades y anomalías recogidas en las auditorías y los informes de la Sindicatura de Cuentas” que fueron elevados al gobierno que presidía Pujol y del que Mas era su primer consejero. Las declaraciones del Sr. Montull ante el juez instructor relatando cómo se hacían pagos en metálico a orquestas y comisionistas revelaban unas prácticas inconcebibles en una institución semipública.

El Sr. Vilajoana, responsable de la Consellería de Cultura cuando se produjeron los hechos comentó que las advertencias fueron ignoradas porque “la Fundación del Palau tenía resultados positivos”. Al Capone también. Y el todavía honorable president Pujol achacó todo a un “gran despiste” muy sospechoso, añadiría, porque “mientras los dirigentes de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) sufrían ‘un gran despiste’, la Fundación Trías Fargas recibía fondos de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música a cuenta de convenios de colaboración ficticios. Quizá Pujol organizaba cursos para los miembros del Orfeó  donde explicaba lo importante que era mantener la boca cerrada. Hoy sabemos que, además de los impostados convenios de colaboración, el Palau financiaba a CDC abonando facturas con gastos de campañas electorales y con la entrega de sobres con dinero que recogían el Sr. Torrent, tesorero de CDC fallecido en 2005, y el Sr. Osàcar, secretario personal de Mas (2000-2005) y tesorero de CDC y sus fundaciones Trias-Fargas y Cat-Dem desde 2005 hasta su imputación en 2011.

Mas abraza a su secretario personal (2000-2005) y tesorero de CDC (2005-2011), Daniel Osàcar, imputado por financiación ilegal de CDC, tras ganar las elecciones del 28N en 2010.

Turull, Homs y (Oriol) Pujol arropando a Osácar en dependencias del Parlament. Osácar fue consejero personal de Mas entre 2000 y 2005 y Tesorero de CDC desde 2005 a 2011.

Caso Pujol

No es éste el único frente judicial que tienen abierto los líderes de CDC. Está, en primer lugar, el proceso, todavía en fase de instrucción, contra la ‘famiglia’ Pujol al completo que ha ido creciendo desde que el padre desvelara en julio de 2014 que había mantenido una fortuna oculta al fisco en paraísos fiscales durante 34 años, y ha acabado con la imputación de todos los miembros del clan familiar, incluida la madre guardiana de las esencias de la catalanidad. La Fiscalía Anticorrupción imputa al primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, constituir una organización criminal para delinquir y blanquear dinero. Resulta también paradójico que el hombre que vació Banca Catalana pero logró salir indemne envolviéndose en la bandera cuatribarrada haya acabado su vida política engullido por el fango de la corrupción estrellada.

Pujol abroncando a los diputados en su comparecencia en el Parlament en la que se negó a aclarar el origen de los fondos que mantuvo en paraísos fiscales durante 34 años.

El vals de Mas con Pujol en el último congreso de CDC, antes de la caída del padre fundador.

Pujol fue el mentor político y el hombre que pasó a Mas las claves de acceso al poder convergente hace unos años. Primero, lo puso al frente de la consejería de Política Territorial (1995-1997), encargada de decidir las adjudicaciones de obras públicas; más tarde, premió su buen hacer entregándole la consejería de Economía (1997-2001); y, por último, lo nombró primer Consejero en el último gobierno presidido por Pujol (2001-2003). Las declaraciones de Millet y Montull que implican a los tesoreros Torrent y Osàcar ponen de manifiesto que Mas ha mentido a los catalanes al negar repetidamente que su partido se financió exigiendo a las empresas la comisión del 3% que ya el president Maragall denunció en el Parlament de Cataluña en 2005.

Caso Vendrell

Viloca, tesorero de CDC y la fundación CAT-Dem, detenido por agentes de la Guardia Civil.

¿Qué ha ocurrido en los últimos años? ¿Rectificó CDC después de destaparse el caso Palau-CDC en julio de 2009? La causa que se está instruyendo en los juzgados del Vendrell a instancias de una denuncia realizada por una concejal de Esquerra Republicana de Catalunya en el Ayuntamiento de Torredembarra indica que el partido de Mas y Puigdemont siguió empleando las mismas prácticas ilícitas para financiarse tras ganar las elecciones autonómicas en 2010 y acceder de nuevo al gobierno de la Generalitat. La instrucción de esta causa ya ha producido la detención en dos ocasiones de Viloca, el tesorero de CDC que sustituyó a Osàcar tras su imputación en 2011. En los registros efectuados en la sede del partido se requisó abundante documentación, incluidos restos de documentos triturados que han podido reconstruirse y demuestran que altos responsables del partido de Mas se reunieron con directivos de empresas para negociar comisiones destinadas a financiar a CDC rebautizada como PDE-Cat.

Mas con Gordó, consejero de Justicia de Mas.

Según informaciones publicadas, la Fiscalía Anticorrupción considera que Gordó, consejero de Justicia de Mas, actuó como ‘conseguidor o recaudador’. En concreto, están bajo sospecha diversas obras adjudicadas por el Consorcio de Educación, trabajos en un dique en el Puerto de Barcelona, la mejora de la carretera C-55, la remodelación de la plaza de les Glòries cuando Trias era alcalde de Barcelona y la construcción de un instituto en Manresa. La Fiscalía investiga también la relación de Puigdemont con el empresario Bassols y la trama del 3% cuando era alcalde de Gerona.

Puigdemont, alcalde de Gerona, en su época de ‘recaudador’ con el empresario Bassols ‘fem país’ en el Camp Nou.

Retablo mayor

Mas y Homs con el resto de la comparsa ante la falla del 3%.

Estos tres casos judiciales conforman el retablo mayor de la Corrupción que tallaron los maestros Pujol y Mas en el taller de CDC con sus ayudantes (Torrents, Osàcar, Viloca, Millet, Montull, etc.), aprendices (Puigdemont, Gordó, etc.) y patrocinadores (empresarios y directivos). Una vez descorrida la tela que lo ocultaba, hemos visto a los dirigentes convergentes con las manos en la masa. A Pujol, Mas, Homs y Puigdemont no les queda otra que desacreditar el sistema judicial español con toda clase de aspavientos y declaraciones extemporáneas sobre la calidad de nuestra democracia y convencer a ERC y CUP de la necesidad de proclamar la república catalana a cambio de impunidad para los suyos. La CUP les apoyará una vez más, y Junqueras y ERC tendrán que sopesar si se tiran al monte en tan dudosa compañía o exigen a Puigdemont convocar elecciones para recoger la cosecha.

Fernández, alias ‘sandalia voladora’, rabioso e incorruptible antisistema y anticapitalista de la CUP-CC, arrodillado ante Mas, alias ‘mentón altivo’.

Puigdemont y Gabriel (CUP-CD) celebrando su acuerdo para constituir una república independiente saltándose el orden constitucional.

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