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Dos reformas del mercado eléctrico contraproducentes

Adjunto enlace a mi artículo publicado desde el Observatorio Económico y Social de España y Cataluña (OBESCAT) en el diario El Liberal el 29 de octubre de 2022. Agradezco de antemano su ayuda para difundirlo entre sus amigos y conocidos.

Como analicé con bastante detalle en dos artículos recientes, “Las reformas del gobierno aumentan el precio de la luz I” y “Las reformas del gobierno aumentan el precio de la luz II” publicados el 14 y el 20 de agosto, respectivamente, en el diario El Liberal, tanto la reforma del sistema de facturación para los clientes con tarifa regulada aprobada por el gobierno el 1 de junio de 2021, como la reforma implementada el 13 de junio de 2022 para imponer un ‘tope’ al precio del gas natural utilizado por algunas centrales térmicas para generar electricidad, no han reducido los precios de la electricidad abonados por los clientes de las compañías eléctricas, y han resultado especialmente gravosos para los acogidos a la tarifa regulada con discriminación horaria a los que me referiré como clientes PVPC de aquí en adelante. Insisto: las reformas no han reducido el precio de la electricidad a pesar de los anuncios gubernamentales de que las reformas iban a “rebajar la factura eléctrica de los hogares, las empresas y la industria”.

La reforma de 1 de junio de 2021

Esta reforma alteró sustancialmente la factura eléctrica para los clientes PVPC. Para empezar, el hasta entonces único peaje de distribución y transporte por potencia contratada se desglosó en dos, denominados P1 y P2, y los dos peajes de distribución y transporte por energía consumida existentes se desglosaron en tres, denominados P1 punta, P2 llano y P3 valle. En los días laborables, la reforma redujo en 4 horas el tramo P3 valle, circunscrito a partir de ese momento a la franja entre las 24:00 y 8:00 horas, y recortó en 2 horas el tramo P1 horas punta, distribuido en dos franjas horarias, de 10:00 a 14.00 y de 18.00 a 24.00 horas. Por último, introdujo un nuevo tramo de 6 horas distribuido también en dos franjas horarias de 8:00 a 10:00 y de 14:00 a 18:00 horas. A cambio de la reducción en horas valle durante los días laborables, la reforma amplió de 12 a 24 horas las horas valle en sábados y domingos.

Pero sin duda, el hecho más destacable de la reforma fue la introducción del concepto ‘coste de energía’ en la factura que se convirtió en una cifra imposible de verificar para el sufrido cliente. En efecto, el cliente podía hasta el 1 de junio de 2021 multiplicar el consumo realizado en cada uno de los dos tramos horarios por el precio del kWh en cada tramo para calcular el gasto realizado. Pues, bien se tuvo que conformar con conocer el importe total del gasto realizado, sin posibilidad alguna de verificar la cuantía facturada por las empresas eléctricas. La reforma convirtió la factura en una caja negra.

El nuevo sistema de facturación, además de restar transparencia y fiabilidad a la factura eléctrica, constituyó un completo fiasco para los consumidores porque, como demostré en el primero de los dos artículos citados, los precios de la electricidad en las nuevas horas valle, entre las 24:00 y las 08:00 horas en días laborables que habían sido sustancialmente más bajos que los precios en las horas punta antes de implantarse la reforma el 1 de junio de 2021, llegaron a superar incluso los precios en las nuevas horas punta, entre las 8;00 y las 10:00 horas y entre las 18:00 y las 24:00 horas, pese a que la demanda nacional de electricidad en horas nocturnas seguía siendo muy inferior a la demanda en horas puntas.

Gráfico 1. Término de facturación de energía activa PVPC el 30 de agosto de 2022

Fuente: e.sios Red Eléctrica Española (REE).

Como puede comprobarse en el Gráfico 1 correspondiente al 30 de agosto de 2022, el desdibujamiento de los tramos horarios no fue cosa de unos pocos días o semanas tras la implantación del nuevo sistema de facturación, sino que se convirtió en un hecho habitual, un cruel sarcasmo para los clientes PVPC que han tenido que soportar desde entonces precios de la electricidad en las horas valle superiores incluso a los precios en las horas punta, impidiéndoles de manera efectiva obtener beneficio alguno por utilizar el sistema eléctrico cuando la demanda nacional de electricidad  entre las 24:00 y las 08:00 horas es considerablemente más baja.

La pregunta que plantea el desdibujamiento de los tramos horarios a partir de la reforma en la facturación implementada el 1 de junio de 2021 es por qué por los dos organismos encargados de regular el sistema eléctrico español, el Gobierno de España y la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), permitieron a las compañías eléctricas facturar precios mucho más elevados a los clientes acogidos a la tarifa regulada PVPC cuando los precios en los tramos valle no representaban ventaja alguna para ellos. La única respuesta congruente es que ambas instituciones respaldaban la política de las grandes compañías eléctricas interesadas en eliminar el segmento regulado del mercado para negociar los precios de la electricidad con cada cliente individualmente en el segmento ‘libre’ y aprovecharse de su posición dominante en el mercado para alterar los precios sin control gubernamental alguno.

La reforma de 14 de junio de 2022

El objetivo de la reforma implementada en vísperas del verano era imponer de manera extraordinaria un tope 50 €/MWh en media al precio del gas natural (GN) durante un año para reducir los costes de generación de las centrales térmicas que utilizan este combustible fósil para generar electricidad. Han pasado ya varios meses desde la implementación de la reforma y podemos examinar con cierta perspectiva cuáles han sido sus efectos. La Moncloa anunció a bombo y platillo que el “Gobierno limita “el precio del gas para reducir la factura eléctrica de las familias, las empresas y la industria”, y han sido numerosos los medios de comunicación que han asegurado a los españoles que la reforma bajó el precio de la luz

Cuadro 1. Precios (en €/MWh) y energías (en GWh) en el mercado diario eléctrico español

Fuente: Evolución del mercado de electricidad. Informe mensual septiembre 2022, Cuadro 5.7, p. 38. Operador Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE).

¿Realmente ha sido así? La cuestión por dilucidar es qué precio, si alguno, se ha reducido y si esa reducción se ha dejado sentir en los precios finales soportados por los clientes de las compañías eléctricas como pretendía el Gobierno. El Cuadro 1 muestra la evolución de los precios medios en el mercado diario eléctrico español entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, el último mes para el que están disponibles las cifras. Como puede observarse el precio medio alcanzó dos máximos relativos en octubre de 2021, 200,06 €/MWh, y diciembre de 2021, 239,17 €/MWh, y el máximo absoluto en marzo de 2022, 283,30, en las semanas siguientes a la invasión de Ucrania. A partir de ese momento, el precio medio se redujo en los meses siguientes, y lo hizo con especial intensidad en julio, tras implementarse el ‘tope’ al GN el 14 de junio de 2022, si bien parece haberse estancado entre 140 y 155 €/MWh desde entonces A la vista de esta evolución podría uno sacar la conclusión apresurada de que la reforma ha logrado su objetivo de reducir el precio de generación en el mercado diario eléctrico español.

Ahora bien, ¿se ha trasladado esa reducción en el precio de generación a los consumidores? La respuesta es un rotundo no. Tal como avanzaba en el segundo de mis artículos publicado el 20 de agosto, para implementar la reforma era necesario introducir una compensación en los mecanismos de formación de precios para cubrir la diferencia entre el precio realmente abonado por el GN utilizado en las centrales térmicas que utilizan este combustible para generar electricidad y el tope o precio ficticio de aproximadamente 40 €/MWh impuesto por el gobierno para calcular el precio, igualmente ficticio, de la electricidad en el mercado de generación. Este concepto denominado ‘mecanismo de ajuste’ (MA) se ha trasladado, como anticipaba entonces, a los precios finales soportados por los clientes de las compañías eléctricas.

Cuadro 2. Precio final medio de la demanda nacional y PVPC el 30 de agosto de 2022

El panel superior del Cuadro 2 muestra el precio final medio de la demanda nacional el 30 de agosto de 2022 a las 07:00 horas, cuando el precio alcanzó su valor máximo, 436,21 €/MWh, y a las 16:00 horas en que alcanzó su valor mínimo 323,33 €/MWh. Obsérvese que los precios medios diarios a los que se cerraron los contratos el día anterior 220,00 €/MWh y 160,10 €/MWh, fueron muy inferiores a los precios finales. Esta abultada diferencia entre ambos precios la explica el componente MA que supuso nada menos que 209,32 €/MWh a las 07:00 horas y 149,01 €/MWh a las 16 horas. Como se muestra en la segunda y cuarta columnas, el peso del MA en el precio final medio de la demanda nacional fue 47,99% a las 07:00 horas y 46,09% a las 16:00 horas. Sin contar el MA, los precios medios diarios fueron significativamente más bajos por la imposición del tope al precio del GN, pero la necesidad de compensar a las centrales térmicas que utilizan este combustible supuso casi la mitad del precio medio final de la demanda nacional el 30 de agosto de 2022.

El segundo panel del Cuadro 2 revela que la situación resultó incluso más gravosa para los clientes acogidos a la tarifa regulada PVPC. El precio medio diario e intradiario (PMDeID) fue 265,54 €/MWh a las 07:00 horas y 183,75 a las 16:00 horas, bastante más elevados que los correspondientes precios medios diarios: 220,00 €/MWh a las 07:00 y 160,10 €/MWh a las 16:00 horas. Además, el MA coste de producción alcanzó las imponentes cifras 354,54 €/MWh a las 07:00 horas y 211,64 €/MWh a las 16:00 horas, mucho más elevados también. El PVPC se situó en 637,56 €/MWh (o 0,63756 €/kWh) a las 07:00 horas y en 437,19 €/MWh (o 0,43719 €/kWh) a las 16:00 horas. Por último, el panel inferior del Cuadro 2 revela hasta qué punto los clientes PVPC, con la aquiescencia del gobierno y la CNMC han sido víctimas propiciatorias de las compañías eléctricas, y han estado soportando precios mucho más elevados que el precio final medio de la demanda nacional. En concreto, el precio PVPC el 30 de agosto de 2022 excedió el precio final medio de la demanda nacional en 46,16% a las 07:00 horas y en 35,21% a las 16:00.

No crean que los resultados en el Cuadro 2 para el 30 de agosto han sido elegidos cuidadosamente para avalar mis conclusiones. Como puede comprobarse en el Cuadro 3 y en el Gráfico 2 el mecanismo de ajuste se ha convertido en un componente muy importante del precio final medio a partir de la reforma implementada el 14 de junio de 2022, y si su protagonismo se ha ido reduciendo en las últimas semanas no ha sido por la efectividad de ‘topar’ el precio del GN utilizado en las centrales térmicas, sino porque el descenso de los precios en el mercado diario ha reducido la cuantía de las compensaciones transferidas a las centrales eléctricas que utilizan este combustible fósil. De hecho, la información proporcionada por el Mercado Ibérico del Gas (MIBGAS) sobre la evolución de los precios permite concluir que la compensación ha desaparecido completamente a partir del 17 de octubre de 2022 al situarse los precio del GN en el mercado diario por debajo de los 50 €/MWh.

Cuadro 3. Componentes del precio final medio del sistema eléctrico español 2021-2022

Fuente: Evolución del mercado de electricidad. Informe mensual septiembre 2022, Cuadro 5.31 p. 50. OMIE.

Gráfico 2. Componentes del precio final medio del sistema eléctrico español 2021-2022

 Fuente: Evolución del mercado de electricidad. Informe mensual septiembre 2022, Cuadro 5.30 p. 49. OMIE.

Dando palos de ciego

Al igual que ocurrió con la irrupción de la pandemia que pilló al Gobierno de España sin haber adoptado medida alguna durante los meses de enero y febrero y la primera quincena de marzo de 2020 para prevenir la irrupción del Covid-19, la ministra Ribera y el Gobierno de España en su conjunto ignoraron durante muchos meses la amenaza que suponía el aumento del precio de la electricidad claramente perceptible a partir de marzo de 2021 y no elaboraron ningún plan de contingencia para amortiguar las subidas de precios del GN ocasionadas por las crecientes tensiones en Centroeuropa y el cierre del gasoducto del Magreb, clausurado el 31 de octubre de 2021, que constituía la principal vía de aprovisionamiento de GN de España hasta ese momento.

La decisión de la UE de acelerar unilateralmente el proceso de transición ecológica disparó el precio de los derechos de emisión de gases a partir de 2018, incrementando los costes de producción de todas las centrales térmicas y grandes industrias energéticas que utilizan combustibles fósiles (GN, carbón y gasoil) en la UE. Y ni siquiera fueron capaces de cambiar el paso cuando los precios de los productos energéticos iniciaron su escalada en el primer semestre de 2021 y el precio de los derechos de emisión continuó aumentando hasta alcanzar su máximo valor histórico (cercano a 100 €/MWh), a mediados de agosto de 2022, ocho años antes de lo previsto por algunos analistas. Las familias y las empresas localizadas en la UE están pagando también muy cara la falta de previsión de la Comisión, el Consejo y el Parlamento europeos para hacer frente a las consecuencias del aumento del precio de los productos energéticos entre las que la elevada inflación y el consiguiente endurecimiento de la política monetaria constituyen dos de principales y más preocupantes derivadas.

Las dos principales reformas implementadas por el gobierno español, la primera el 1 de junio de 2021 y la segunda el 14 de junio de 2022, no han servido para aumentar la transparencia en la facturación de las compañías eléctricas ni tampoco para contener la subida de precios de un sector que según el propio gobierno está obteniendo beneficios extraordinarios que ahora quiere gravar con impuesto extraordinario. La ministra Ribera ha reconocido públicamente en más de una ocasión que el meollo del problema reside en el “diseño del mercado” eléctrico instaurado a nivel europeo, pero tras 18 meses de subidas de precios el gobierno español y la UE en su conjunto siguen debatiendo en reuniones infructuosas qué hacer para modificarlo.

Resulta muy difícil reconocer que se equivocaron y más fácil achacar los problemas a Putin y a la invasión de Ucrania, aunque las subidas de precios comenzaron mucho antes del inicio de las hostilidades. Con frecuencia, se apuntan soluciones ineficaces tales como topar el precio del gas, analizada en este artículo, o simplemente absurdas, como imponer precios máximos a los productos energéticos importados por la UE. O bien se recurre a la solución mágica de “acelerar la transición energética” hacia fuentes de energía renovables y limpias que reduzcan la dependencia de Rusia y propicien al mismo tiempo la reducción de gases de efecto invernadero. El problema con esta solución ‘mágica’ es que sus proponentes no explican si esas energías supuestamente renovables y limpias son verdaderamente ‘sostenibles’, esto es, si van a mejorar el bienestar de las familias y la competitividad de las empresas europeas. Porque si no es así seguiremos pagando un alto precio. Sobran los discursos políticamente correctos en Bruselas y en las principales capitales de la desunida UE y brillan por su ausencia los estudios rigurosos que cuantifiquen las consecuencias de las soluciones propuestas.

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La nueva reforma del mercado eléctrico

Adjunto enlace a mi artículo publicado desde el Observatorio Económico y Social de España y Cataluña (OBESCAT) en el diario El Liberal el 5 de noviembre de 2022. Agradezco de antemano su ayuda para difundirlo entre sus amigos y conocidos.

La nueva reforma que planea implementar el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) antes del inicio de 2023 está probablemente llamada a ser un nuevo fiasco para los consumidores acogidos al mercado regulado, como ya lo fue la reforma del sistema de facturación vigente desde el 1 de junio de 2021, y como lo está siendo la reforma del 14 de junio de 2022 que impuso un ‘tope’ de 50 €/MWh al precio del gas natural (GN) empleado en algunas centrales térmicas para generar electricidad.

Según las noticias publicadas hasta ahora, la reforma en ciernes pretende reducir la volatilidad del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) haciendo que el precio facturado por las compañías eléctricas a estos clientes sea una media ponderada del precio actual y los precios futuros a varios plazos. Para entendernos, algo así como si al comprar un litro de aceite en el supermercado, la cajera nos dijera que el precio a pagar no es el que hemos visto en la estantería sino una media ponderada de ese precio y los precios del aceite en contratos para entrega de aceite a tres, seis y doce meses, precios futuros sobre los que el pequeño consumidor ignora todo.

Poner el foco en la volatilidad de los precios de la electricidad en el segmento regulado constituye un error de bulto por dos razones. En primer lugar, porque existen otros mecanismos más transparentes para reducir la enorme variabilidad del precio a lo largo del día y de un día para otro, como ocurre en la mayoría de los mercados donde los consumidores conocen los precios antes de cerrar la transacción y éstos permanecen relativamente estables durante días, semanas e incluso meses. con independencia de cuál sea la oferta y la demanda en el momento de cerrar la transacción. Y, en segundo lugar, porque desvía la atención del problema principal, a saber, el elevado precio de la electricidad que vienen pagando los clientes con tarifa PVPC por culpa, en buena parte, de unas reformas gubernamentales que han resultado contraproducentes y algunas decisiones políticas que han disparado el precio del GN y los precios de derechos de emisión en la UE.

A la vista de la notable incertidumbre existente sobre los detalles de la nueva reforma, me ha parecido oportuno formular algunas preguntas a las que intentaré responder con la mayor objetividad posible en este artículo.

¿Conocemos con exactitud los detalles y la letra pequeña de la nueva reforma del mercado eléctrico que la ministra Ribera quiere aprobar a principios de noviembre e implementar a partir del 1 de enero de 2023?

Estamos ante una propuesta todavía sin ultimar en la que, según manifestó la ministra Ribera, los ‘expertos’ están  trabajando. En la página del MITECO, una nota de prensa explica “la propuesta de Real Decreto para reducir la volatilidad del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), la tarifa eléctrica regulada, contratada por los titulares de unos nueve millones de puntos de suministro, el 35% del país”, consistente en “incorporar a la fórmula de cálculo del PVPC una cesta de precios a medio y largo plazo para evitar las fuertes oscilaciones, sin perder las referencias de precios a corto plazo que fomentan el ahorro y el consumo eficiente”. Ni una palabra sobre los abusivos precios que, como expuse en mi artículo “Dos reformas del mercado eléctrico contraproducentes”, publicado el 29 de octubre en este diario, soportan los clientes del mercado regulado.

Al parecer, el Ministerio ha otorgado un contrato de asistencia técnica a Fabra, catedrática de la Universidad Carlos III, para que elabore la propuesta de reforma del sistema eléctrico, una decisión nada neutral habida cuenta que Fabra es consejera ‘independiente’ de Enagás a propuesta del PSOE, asesora del Ministerio de Economía y Transformación Digital de Calviño, y miembro del Foro sobre Transición Energética Justa e Inclusiva que preside la ministra Ribera. Fabra es hija del incombustible (Jorge) Fabra, exconsejero de Endesa, expresidente de Red Eléctrica Española y miembro del Consejo de Seguridad Nuclear, viejo comunista con un largo historial de ocupador de puestos públicos bien remunerados, y demagogo profesional desde sus años mozos de estudiante en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en Somosaguas. Todo se queda en casa.

¿Cómo funciona el mercado eléctrico?

En la actualidad, el precio que soportan los clientes con tarifa regulada o clientes PVPC depende, en primer lugar, del precio de la electricidad determinado por las ofertas y las demandas presentadas en el Mercado Ibérico de Electricidad (MIBEL). La oferta la realizan las empresas generadoras que cuentan con centrales que utilizan tecnologías diversas (nuclear, hidráulica, eólica, fotovoltaica, carbón, gas natural, etc.) para generar electricidad. Las grandes empresas generadoras cuentan con un parque de centrales diversificado, y pueden producir electricidad con cada una de ellas con el objetivo de maximizar su beneficio. Respetando las limitaciones impuestas por cada tecnología, las empresas presentan sus ofertas para el día siguientes y el precio al que están dispuestas a suministrar la energía. En el otro lado del mercado, las empresas comercializadoras que suministran electricidad a las familias, sociedades y Administraciones Públicas presentan sus demandas de electricidad en cada momento.

Como puede apreciarse en el Gráfico 1, la demanda y la oferta son mucho más bajas entre las 00:00 y las 08:00 horas que corresponde al tramo horario denominado P1 valle en la facturación a los clientes PVPC. La cantidad de electricidad demandada y ofrecida, tal y como refleja el Gráfico 1, suele alcanzar un mínimo en torno a las 03:00-04:00 horas y un máximo en torno a las 20:00-21:00 horas.

Gráfico 1. Generación y consumo de electricidad el 10 de octubre de 2022

Fuente: e.sios, Red Eléctrica Española.

El Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE) casa las ofertas y demandas, y el precio fijado es el más elevado de todos los precios ofrecidos por las centrales cuya producción resulta necesaria para satisfacer la demanda en cada momento del día. El Gráfico 2 muestra los precios en los mercados diario e intradiario y el precio final soportado por los clientes PVPC el lunes 10 de octubre de 2022. En el panel superior se presenta el desglose del precio final a las 04:00 horas en que el precio de generación en el mercado diario e intradiario alcanzó su valor mínimo, 0,12187 €/kWh, y el panel inferior el desglose del precio final a las 20:00 en que el precio de generación en el mercado diario e intradiario alcanzó su valor máximo 0,31249 €/kWh.

Gráfico 2. Término activo de facturación de energía clientes PVPC el 10 octubre de 2022 

Fuente: Sistema de información del operador del sistema (e.sios), Red Eléctrica Española.

Obsérvese que existe una notable diferencia entre el precio en los mercados diario e intradiario y el precio final soportado por los clientes PVPC que se explica en gran parte por el elevado importe del concepto ‘excedente o déficit mecanismo de ajuste coste producción’ (MA de aquí en adelante), representado en el Gráfico 2 por la cuña superior de tono más claro que se coló en las facturas a partir de la reforma implementada el 14 de junio de 2022 cuando el Gobierno impuso un ‘tope’ al precio del GN para supuestamente bajar el precio de la luz. A las 04:00 horas del 10 de octubre, ese sobrecoste ascendió a 0,10418 €/kWh, una cifra muy próxima al precio de generación en los mercados diario e intradiario, 0,12187 €/kWh, y como puede apreciarse en el Gráfico 2 la elevada incidencia del MA se mantuvo durante la mayor parte del tramo P1 valle entre las 24:00 y las 08:00 horas. A las 20:00 horas, la cifra del MA, 0,06542 €/kWh fue menor incluso que el importe por peajes y cargos, 0,07441 €/kWh (cuña intermedia en el Gráfico 2) soportados por los clientes PVPC, y muy inferior al precio máximo fijado en los mercados diario e intradiario, 0,31249 €/kWh. No obstante, conviene tener presente que ha habido infinidad de días y horas desde el 14 de junio de 2022 en que la cifra del MA ha superado y hasta duplicado el precio de generación en los mercados diario e intradiario

El precio final soportado por los clientes PVPC varía considerablemente en función de la hora y el día, dependiendo de la evolución del precio establecido en los mercados diario e intradiario, el importe de los peajes y cargos y la magnitud del MA. Como puede observarse en el Gráfico 2, el lunes 10 de octubre, por ejemplo, el precio mínimo fue 0,23980 €/kWh a la 01:00 horas y el precio máximo 0,46878 €/kWh a las 20:00 horas. Al día siguiente, martes 11 de octubre, el precio mínimo fue 0,26917 €/kWh a las 14:00 horas y el máximo 0,43268 €/kWh a las 20:00 horas. Y el día de la Hispanidad, 12 de octubre, el precio mínimo fue 0,20556 €/kWh a las 12:00 y el máximo 0,34029 €/kWh a las 0:00 horas.

Existe, como acabamos de comprobar, una alta variabilidad en el precio de la electricidad en el mercado regulado a lo largo del día y de un día a otro, que depende de tres factores. Uno, las fluctuaciones del precio de generación, determinadas a su vez por la demanda y la oferta de energía eléctrica en cada momento. Dos, de la cuantía del MA que a su vez depende de la diferencia entre el precio de mercado del GN y el ‘tope’ de 50 €/MWh fijado por el gobierno. Y, tres, del importe de los peajes y cargos, muy bajos (0,00303 €/kWh) en el tramo P1 valle, bastante más altos (0,02847 €/kWh) en el tramo P2 llano, y muy elevados en el tramo P3 punta (0,07441 €/kWh) en el que suponen un porcentaje significativo del precio final soportado por los clientes PVPC. Ésta es casi la única diferencia sustancial de coste que queda entre los tramos horarios desde la reforma en la facturación implementada el 1 de junio de 2021.

Los peajes son precios regulados “destinados a recuperar los costes de las redes de transporte y distribución y son determinados por la CNMC”, y nutren las cuentas de REE, la empresa que transporta y distribuye la electricidad en España, presidida por Corredor, exministra de Vivienda (2008-2010) con Rodríguez Zapatero, que cobró 546.000 euros por el desempeño de su cargo en 2021. Una carga muy liviana en comparación con los cargos que fija MITECO y soportan las familias, las empresas y la industria “para cubrir el resto de los costes regulados, tales como la financiación de las renovables, el sobrecoste de producción de energía en los territorios no peninsulares o las anualidades del déficit”. Como puede comprobarse en el Gráfico 3, la cuantía total de los costes regulados ascendió a nada menos que 17.627 millones de euros en 2019.

Gráfico 3. Costes regulados del sistema eléctrico en 2019

Fuente: “El coste de la electricidad para las empresas españolas”, Boletín Económico 1/2021, p. 5. Banco de España.

La ministra Ribera al frente del MITECO y la CNMC (organismo del que su marido es consejero) son quienes fijan los precios de los peajes y el resto de los costes regulados, respectivamente, y deberían explicar a los clientes PVPC y a las familias y empresas por qué tienen que financiar ellos con sus facturas primas a renovables, cogeneración y residuos, los déficits acumulados hasta 2014, y, en fin, cómo determina el MITECO los costes de distribución y transporte más allá de asegurar a Red Eléctrica Española la obtención de unos pingües beneficios y el pago de desorbitados sueldos a su presidenta, consejeros y directivos. Si el Gobierno y la UE quieren primar determinadas tecnologías, ¿por qué no las subvencionan directamente en lugar de traspasar la carga a los hombros de las familias y empresas? El mercado eléctrico no es, pese a las apariencias, un mercado competitivo y transparente y los únicos responsables de que no lo sea son los órganos reguladores: MITECO y la CNMC.

¿En qué consiste la reforma?

La reforma, como ya he avanzado se propone establecer un precio para la electricidad igual a una media ponderada del precio corriente fijado en el mercado ibérico de electricidad, y los precios futuros a un mes, un trimestre y media anual. Si bien la ‘cosa’ está todavía por concretar, se puede afirmar que ligar el precio cargado en “la factura de las familias, empresas e industria” a los precios futuros de la electricidad no va a reducir necesariamente la volatilidad del precio de la electricidad, pero sí va a introducir una complejidad adicional en la factura de los clientes acogidos a la tarifa regulada PVPC.

Que el precio de la factura pase a ser ahora una media ponderada del precio actual y los precios futuros de la electricidad va a dificultar incluso más a los sufridos clientes en este segmento del mercado saber cuánto pagan por la energía consumida. Mi pronóstico es que, de llevarse a cabo la nueva reforma, los clientes PVPC van a quedarse más a oscuras si cabe de lo que ya lo están desde que el Gobierno aprobó el nada transparente sistema de facturación vigente desde el 1 de junio de 2021, en el que quiero recordar el grueso de la factura corresponde al concepto ‘Costes de la energía’ imposible de verificar por los clientes.

¿Se reducirán la volatilidad del precio y el importe de la factura de los clientes PVPC?

Impulsar una reforma tan poco transparente con la aparentemente loable intención de reducir la volatilidad de los precios sólo garantiza fluctuaciones del índice menores que las de los precios más volátiles incluidos en el índice, no necesariamente menor que la volatilidad de los precios corrientes. Además, tal y como indicaba en la introducción, existen otros mecanismos para reducir la variabilidad de los precios. En la inmensa mayoría de mercados, los precios no varían con la hora y el día, pese a que las cantidades demandadas y ofrecidas están variando continuamente.

Cuando las familias y empresas adquirimos cualquier producto no financiero, a excepción de la electricidad, observamos que los precios se mantienen relativamente estables durante días, semanas e incluso meses, con independencia de cuál sea la oferta y la demanda en el preciso momento en que pasamos por caja, y a ningún establecimiento se le ocurre cambiar los precios en función del número de artículos que quedan en las estanterías y la afluencia de compradores en ese momento. Ligar el precio presente a los precios futuros supone, además, ignorar que el precio corriente ya incorpora y refleja las expectativas de los precios futuros, del mismo modo que el precio actual de una acción de cualquier sociedad refleja la expectativa de beneficios y la cotización futuras.

Por ello, resulta difícil escapar a la conclusión de que la variación horaria de los precios del mercado eléctrico tiene como objetivo principal facilitar a las empresas eléctricas esquilmar al cliente, apropiándose del excedente del consumidor, y permitir a las grandes empresas utilizar su poder de mercado para satisfacer la demanda al precio más elevado posible en cada momento. En un artículo titulado “El papel del coste de los derechos de emisión de CO2 y del encarecimiento del gas en la evolución reciente de los precios minoristas de la electricidad en España” publicado por el Banco de España, se presenta un gráfico reproducido aquí como Gráfico 4, en el que se representa la curva de oferta en el mercado mayorista de electricidad en España.

El asunto es algo más complejo de lo que aparenta el Gráfico 4 porque la subida del precio del GN ha modificado la estructura de oferta y porque si esta curva de oferta escalonada representara adecuadamente el mercado tendríamos que esperar precios más bajos en las horas nocturnas cuando la demanda es baja, un resultado que con frecuencia no se observa en el mercado español, debido a que a esas horas la demanda se satisface operando centrales térmicas con elevados costes de producción. Según los autores de este artículo, 50% del aumento de los precios de la electricidad en España se explica por el aumento del precio del GN y 20% por el aumento de los derechos de emisión de CO2. Este es el alto precio que estamos pagando las familias y las empresas en la UE por la renuncia a importar gas de Rusia y la política unilateral de transición energética.

Gráfico 4. Curva de oferta en el mercado mayorista de la electricidad en España

Fuente: “El papel…” óp. cit., Documentos ocasionales, N.º 2110, p. 14. Banco de España.

Si el objetivo de la reforma es hacer más compleja e inescrutable la factura de la luz, la iniciativa va en la dirección correcta, pero si lo que se pretende con este nuevo intento es, como nos dijo el Gobierno, “rebajar la factura de las familias, las empresas y la industria”, me atrevo a afirmar que va a constituir un nuevo fracaso de la ministra Ribera y del Gobierno en su conjunto. El precio de la luz no se reducirá a menos que se modifiquen las reglas en el mercado de generación para que el precio no lo fijen las centrales más ineficientes requeridas en cada momento para satisfacer la demanda de energía eléctrica. El propio MITECO ha avanzado la posibilidad de imponer un techo al precio de la electricidad sin aclarar quién se hará cargo de la diferencia cuando el coste de producción de algunas centrales supere ese precio.

Otra posibilidad es que el Gobierno establezca un sistema de compensaciones intrasectoriales por el que se obligue a las centrales con bajos costes a compensar a las centrales que utilizan GN u otras tecnologías ineficientes para internalizar los costes derivados del ‘mecanismo de ajuste’ que ahora soportan los clientes en sus facturas. Una ventaja de esta propuesta es que incentivaría a las grandes empresas del sector a amortizar las centrales ineficientes e invertir en centrales más eficientes. Otra ventaja es que es mucho más ágil que la propuesta del Gobierno de gravar con un impuesto los beneficios extraordinarios a las empresas energéticas y utilizar los ingresos obtenidos para ayudar a los colectivos más vulnerables a pagar la factura de la luz, un mecanismo de transferencias, engorroso y caro de administrar y poco fiable. Además de eliminar el MA de las facturas de los clientes PVPC, el Gobierno debería extremar la vigilancia del sector para impedir que los precios finales soportados por los clientes PVPC sean muy superiores al precio final medio de la demanda nacional.

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Las reformas del gobierno aumentan el precio de la luz I

Adjunto enlace a mi último artículo publicados desde el Observatorio Económico y Social de España y Cataluña (OBESCAT) en el diario El Liberal el 6 de agosto de 2022. Agradezco de antemano su ayuda para difundirlo entre sus amigos y conocidos.

Desde que el gobierno implementó el pasado 14 de junio su plan de imponer un tope al precio del gas natural (GN), empleado en algunos tipos de centrales térmicas para producir electricidad, algunos medios de comunicación afines al gobierno vienen informando que el precio de la electricidad se ha reducido considerablemente, con titulares tan eufóricos como “España logra controlar el precio de la luz frente a Europa pese a la ola de calor”, o “El tope al gas sitúa a España entre los grandes países de Europa con la luz más barata”. En otros medios de comunicación, sin embargo, podemos leer que “España ya tiene la electricidad más cara de toda Europa”, aunque la base de este reciente titular es el último Informe trimestral sobre los mercados eléctricos europeos publicado por la Comisión Europea correspondiente al primer trimestre de 2022 y no contempla, por tanto, los efectos de la reforma. ¿Quién está en lo cierto?

Para aclarar la notable confusión existente, voy a examinar con cierto detalle la evolución del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC). La razón de centrar la atención en la evolución del precio en este segmento del mercado es porque son los únicos clientes cuyo precio se fija teniendo en cuenta el precio de generación de electricidad, y, por tanto, es el que, cabe esperar, mejor refleja la evolución del precio de la electricidad tras las medidas implementadas por el gobierno para reducir su precio. En el mercado ‘libre’, las compañías eléctricas no pueden alterar inmediatamente los precios acordados por las empresas comercializadoras con sus clientes, salvo en aquellos casos en que se producen nuevas altas o llega el momento de renovar contratos ya existentes, por lo que sus precios difícilmente pueden reflejar el impacto de las reformas.

Este artículo lo dedico a examinar los efectos de la reforma de la facturación puesta en marcha el 1 de junio de 2021 que´, aunque pasó bastante inadvertida, elevó considerablemente el precio de la electricidad para los clientes PVPC. El análisis lo completaré en el artículo de la próxima semana en el que analizaré los efectos de la reforma implementada el 14 de junio de 2022, y que, como espero convencerlos, sólo ha servido para subir aún más el precio de la electricidad a los consumidores con contratos PVPC que se suponía iban a resultar los más beneficiados

La situación del mercado a 31 de mayo de 2021

El Gráfico 1 muestra la evolución del término de facturación de energía activa PVPC (precio PVPC, de aquí en adelante) durante las 24 horas del 31 de mayo de 2021. La línea verde muestra el precio horario para los clientes PVPC con discriminación horaria de 2 períodos P1 (valle) y P3 (punta). Como puede observarse el precio era ligeramente superior a 0,10 €/kWh en el horario valle entre las 0:00-12.00, y se situaba entre 0,15-0,18 €/kWh en el horario punta entre las 12:00 y las 24:00 horas. La diferencia de precio entre las horas punta y las horas valle era marcadísima hasta la víspera del 1 de junio, y permitía a los clientes aprovechar la franja entre las 0:00 y las 12:00 horas para recargar acumuladores, calentar termos y poner lavadoras y lavavajillas.

Gráfico 1. Término de facturación de energía activa PVPC 31 de mayo de 2021

Gráfico 2. Término de facturación de energía activa PVPC 31 de mayo 2021 (12:00 horas)

Fuente. e.sios (REE).

Como puede observarse en el Gráfico 2, la diferencia entre los precios entre las dos franjas horarias se explicaba casi exclusivamente por la cuantía del concepto de “peajes y cargos” hasta 30 veces superior en las horas punta. El 31 de mayo, por ejemplo, ese concepto ascendió a 0,00222 €/kWh a las 17:00 horas, cuando el precio alcanzó su valor mínimo, 0.0968€/kWh, y a 0,06201 €/kWh a las 22:00 horas, cuando el precio alcanzó el valor máximo del día, 018225 €/kWh. Si existía o no alguna razón de carácter técnico para explicar tan abultada diferencia en los peajes y cargos es otro de tantos misterios que envuelven el mal regulado y nada transparente mercado eléctrico español.

En todo caso, conviene saber que “los peajes son precios regulados destinados a recuperar los costes de las redes de transporte y distribución y están fijados por la CNMC”, y “los cargos son los precios regulados destinados a cubrir el resto de costes regulados, tales como la financiación de las renovables, el sobrecoste de producción de energía en los territorios no peninsulares o las anualidades del déficit, y son determinados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico”. (Subrayado mío.) Vamos que los peajes los fija la Comisión Nacional Mercado Competencia (CNMC) en la que a sus 64 años ejerce como consejero el marido de la ministra Ribera, y los cargos los determina la propia ministra para financiar renovables, subvencionar la producción de energía en territorios extraterritoriales y cubrir las anualidades de déficits del sistema. Todo un ejemplo de transparencia e independencia.

La reforma en el sistema de facturación de 1 de junio de 2021

El 1 de junio de 2021 el gobierno aprobó un nuevo sistema de facturación que modificaba sustancialmente los cargos por peajes y los cargos por consumo de energía hasta ese momento desglosados en horas valle y punta. Reitero aquí la valoración que me mereció la reforma en otro artículo publicado el 8 de enero de 2022: “esta reforma introdujo, además, peajes diferenciados por potencia contratada y consumo de energía, y convirtió el coste principal de la factura ‘Consumo de energía’ en una cifra imposible de verificar multiplicando los consumos realizados por el precio del kWh en los distintos periodos, a diferencia de lo que ocurría hasta ese momento”. De ahí que el nuevo sistema de facturación aprobado por el gobierno bien podría calificarse de auténtica caja negra, puesto que supuso un apagón informativo que dejó a oscuras a los clientes PVPC con discriminación horaria.

A partir del 1 de junio de 2021, los dos tramos existentes hasta ese momento, P1 (punta) y P3 (valle), empleados para calcular la facturación por energía consumida se convirtieron en tres: P1 (punta), P2 (llano) y P3 (valle). De lunes a viernes, se establecieron las siguientes franjas horarias: valle 00:00-08:00 horas, llano 08:00-10:00 y 16-18:00 horas, y punta 10:00-14:00 y 18:00-24:00, lo que supuso una reducción de horas valle de 4 horas diarias o 20 horas semanales. Por otra parte, las 24 hora de sábados y domingos pasaron a horas valle lo que supuso una reducción de 24 horas punta. De todos modos, la discriminación por franjas ha ido perdiendo gran parte de su importancia, a causa de la nivelación de los precios, desde que se implantó la reforma, ya que en algunas horas supuestamente valle los precios de la electricidad han alcanzado valores superiores a los de las horas llana y cercanos a las horas punta.

En cuanto a los peajes de acceso por potencia contratada, la facturación única hasta ese momento se desdobló en dos conceptos P1 (valle) y P3 (punta). Además, el peaje dual de acceso por energía consumida para las franjas P1 y P3 se transformó en tres peajes diferenciados, uno para cada uno de los tres tramos de facturación de energía, P1, P2 y P3. Finalmente, el término ‘importe por coste de la energía’ que desglosaba hasta el 1 de junio los consumos en los dos tramos, P1 y P3, especificando los kWh consumidos y el precio en €/kWh para cada uno de ellos, dio paso al concepto único “costes de la energía” sin desglose horario alguno que impide al cliente conocer los precios aplicados a los consumos realizados en cada una de las tres franjas horarias.

Gráfico 3. Término de facturación de energía activa PVPC a 30 de junio de 2021

Fuente: e.sios, REE.

El Gráfico 3 muestra la misma información que aparece en el Gráfico 1, referida al 30 de junio de 2021, esto es, un mes después de implantarse la reforma en la facturación. La reducción del número de horas valle resulta ya claramente apreciable en los mayores precios de facturación entre las 7:00 y las 12:00 que duplican en muchos casos holgadamente los precios facturados un mes antes. Y si bien resulta apreciable una reducción del precio en las horas valle comprendidas entre las 14:00 y 17:00, el precio en esta franja horaria se mantuvo en torno a 0,15 €/kWh, una cifra cercana al precio en horas punta el 31 de mayo de 2021. Por último, el precio en las horas punta el 30 de junio alcanzó 0,20 €/kWh, una cifra bastante mayor que la más elevada alcanzada en hora punta el 31 de mayo.

Por otra parte, el precio mínimo ese día, 0,10372 €/kWh, se alcanzó a las 02:00 horas y el importe de ‘peajes y cargos’ ascendió a 0,00600, o aproximadamente 2,7 veces su importe el 31 de mayo (‘0,00222), y el precio máximo, 0,25464 €/kWh, se alcanzó a las 20:00 y el importe por ‘peajes y cargos’ ascendió a 0,13312, una cifra superior incluso al precio de generación fijado en el mercado diario e intradiario, 0,11382 €/kWh, y más del doble del importe por este concepto abonado el 31 de mayo (0,06201). Cada vez que la ministra Ribera reforma el sistema eléctrico, échense la mano al bolsillo porque el precio de la electricidad sube.

Gráfico 4. Precio medio de la electricidad en el mercado mayorista 2021-2022

(€/MWh)

Fuente: elaboración propia a partir de información en los informes de OMIE.

Aunque otros factores como el aumento del precio de los derechos de emisión en la UE (5,22%) y las fuertes elevaciones en los precios del GN en los principales mercados europeos (verbi gratia, 22,22% en el mercado TTF holandés y 20,48% en el mercado ibérico MIBGAS D+1) impulsaron al alza el precio de mercado de la electricidad en junio de 2021, resultan incomprensibles las desorbitadas subidas del concepto peajes y cargos atribuible exclusivamente a la reforma del sistema de facturación. El Gráfico 4 muestra que el precio de la electricidad impulsado por la reforma del sistema de facturación y el resto de los factores pasó de 67,12 €/kWh en mayo a 83,30 €/MWh en junio, un aumento de 24,11%. incluso algo mayor que el aumento registrado en los precios del GN en los mercados europeos.

El problema del aumento del precio de la electricidad en 2021 que se inició, como puede observarse en el Gráfico 4, en febrero (29,49 €/MWh) y alcanzó su valor más elevado (239,17 €/MWh) en diciembre de 2021, se puede achacar a los factores ya apuntados, no desde luego a la invasión de Ucrania. Los precios de los derechos de emisión en la UE y el precio del GN en los mercados europeos continuaron registrando fuertes aumentos en el segundo semestre de 2021 y como el Gráfico 5 muestra el precio de generación en el mercado eléctrico (eje de la derecha en €/MWh) y el precio del GN (eje izquierdo en €(MWh) siguieron una evolución muy pareja, si bien el precio de generación duplicó aproximadamente el precio del GN.

Gráfico 5. Precio en los mercados mayoristas del GN y electricidad en 2021

Fuente Informe anual del mercado organizado del gas 2021, MIBGAS.

Llegados a este punto, resulta oportuno subrayar que el aumento del precio del GN en 2021 no fue consecuencia de un aumento extraordinario de la demanda en el mercado europeo sobre los volúmenes demandados antes de iniciarse la pandemia, sino que su suerte estuvo en buena medida determinada por algunas decisiones políticas tales como la política unilateral de reducción de emisiones de la UE que elevó los precios de los derechos de emisión y el aumento de la tensión entre la UE y la Federación Rusa que frenó los flujos de GN ruso, para regocijo de los productores de gas en Estados Unidos. A todo ello hay que sumar, en nuestro caso, la decisión del gobierno de cerrar las centrales nucleares y al fracaso de diplomacia española que no logró evitar el cierre del gasoducto del Magreb, consumado el 31 de octubre de 2021, que era la principal fuente de abastecimiento de GN a España.

Pese a la elevada correlación que se desprende del Gráfico 5, resulta, sin embargo, difícil hacer recaer exclusivamente la subida del precio de la electricidad en el aumento del precio del GN porque, según se desprende del Informe integrado OMI 2021, las centrales de ciclo combinado que emplean GN para generar electricidad solo marcaron el precio en 15,87% del total de horas anuales, en tanto que las plantas de cogeneración, renovables y residuos lo hicieron el 23,49% de las horas, y las centrales hidráulicas en el 54,79% de las horas. La pregunta que alguien tendría que formular a la ministra Ribera es ésta: ¿son eficientes las plantas de cogeneración, renovables y residuos y las centrales hidráulicas que marcaron el precio de la electricidad durante el 78,28% (= 23,49% + 54,79%) de las horas en el año 2021?

Quizá en 2021 afloraron de golpe las consecuencias de decisiones políticas equivocadas de la UE que provocaron un aumento muy fuerte de los derechos de emisión de gases y desabastecimiento generalizado en los mercados de GN europeos. A ellos, hay que añadir en el caso español la decisión de cerrar las plantas nucleares, el cierre del gasoducto del Magreb el 31 de octubre de 2021 y deficiencias en la regulación de un sector donde unas pocas empresas dominan la generación y comercialización de electricidad y mantienen operativas centrales ineficientes que marcan el precio final de generación y les permiten obtener grandes márgenes de explotación en las centrales más eficientes. Grandes empresas en cuyos consejos de administración recalan tantos políticos para hacer caja.

Al gobierno Sánchez la crisis energética en 2021, como el coronavirus un año antes, le pilló por sorpresa, entretenido como estaba en diseñar sus políticas populistas de recuperación y carecía de plan alguno en materia energética, más allá de su compromiso de cerrar las centrales nucleares e impulsar las ‘renovables’ a toda costa. De todos modos, resulta justo reconocer que la deficiente regulación del sistema eléctrico español y la falta de una política energética seria  se remonta a mucho antes del 1 de junio de 2018 y que ningún gobierno parece haberse hecho la pregunta clave: ¿qué hay que hacer para producir energía eléctrica a un precio que no agujere el bolsillo de las familias y mine la competitividad de las empresas españolas?

Como hemos visto en este artículo, el cambio en la facturación implementado el 1 de junio de 2021 sólo sirvió para reforzar la situación dominante de las grandes empresas eléctricas a costa de los clientes PVPC que vieron impotentes como aumentaban los precios abonados en todas las franjas horarias, cada vez menos relevantes, y se disparaban los peajes y cargos. En el artículo de la próxima semana, examinaremos por qué el último invento de Ribera, imponer un topo al precio del GN empleado a las centrales, sólo ha servido para elevar aún más los precios cargados por las empresas eléctricas a los clientes PVPC.

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¿Cuánto ha subido el precio de la electricidad en España?

Adjunto enlace a mi último artículo publicado desde el Observatorio Económico y Social de España y Cataluña (OBESCAT) en el diario El Liberal el 8 de enero de 2022. Agradezco de antemano su ayuda para difundirlo entre sus amigos y conocidos.

La energía eléctrica en España la producen empresas generadoras que ofrecen su producto, la corriente eléctrica, en un mercado mayorista donde se casan las ofertas de las generadoras con las demandas de las empresas distribuidoras y los grandes consumidores. El mercado fija precios para cada franja horaria del día y las empresas comercializadoras fijan posteriormente los precios a sus clientes por la energía suministrada a los pequeños consumidores. En España se ha producido un aumento sostenido en el precio de la electricidad en 2021, diga lo que diga, el presidente Sánchez, y el único consumidor medio al que no le ha subido la factura es al inquilino de La Moncloa porque se la pagamos el resto de los españoles.

Dada la estructura productiva de generación de electricidad en un país, el precio de mercado de la electricidad puede subir por haberse producido un aumento inesperado y permanente en las cantidades demandadas de energía que obliga a racionar las cantidades intercambiadas vía precio. En este caso, la única solución al problema es aumentar la capacidad de generación para satisfacer la creciente demanda, lo que requerirá inversiones en capacidad generadora y algo de tiempo para ejecutarlas. Pero este escenario no describe en absoluto lo ocurrido en el mercado español porque, si bien se ha producido un repunte en la actividad económica y en la demanda de energía eléctrica en 2021, no estamos ante un aumento permanente e inesperado de la demanda que desborda la capacidad de generación, sino ante la mera recuperación parcial del terreno perdido en 2020.

En cuanto a las fluctuaciones que registra el precio de la electricidad a lo largo del día, entre horas de alta y baja demanda, está claro que se trata de un hecho recurrente al que tampoco puede achacarse el aumento sostenido de los precios de la electricidad en 2021. Más aún diría, la existencia de un diferencial de precio entre las horas de mayor y menor demanda, originado porque las empresas generadoras utilizan las centrales más coste-ineficientes para satisfacer los picos de demanda, apunta si acaso a una deficiente regulación del sector que ha permitido a las empresas generadoras mantener marginalmente activas centrales obsoletas para cubrir los picos diarios de demanda.

Si ni el aumento permanente de la demanda de energía eléctrica ni el funcionamiento del mercado son los responsables del encarecimiento, ¿a qué otros factores podemos achacar el aumento sostenido de los precios de la electricidad en 2021? La respuesta es al aumento en los costes de generación causados por el aumento en los derechos de emisión de CO2, al aumento del precio del gas natural y a los cambios introducidos el 1 de junio de 2021 en el sistema de facturación.

 Cantidades y precios en el mercado eléctrico

La primera duda que conviene despejar es si un sostenido aumento de la demanda de energía eléctrica está detrás del aumento que han registrado los precios. La respuesta es no. Como puede verse en el Gráfico 1, se han registrado unas elevadas tasas interanuales de crecimiento (corregidas por efectos laboralidad y calendario) de la demanda nacional entre marzo y junio de 2021, coincidiendo con los meses en que se decretó la suspensión de actividades no esenciales y el confinamiento de la población, pero esas tasas se han ido moderando a lo largo del segundo semestre de 2021 hasta hacerse incluso negativas en julio, octubre y diciembre. A simple vista puede constatarse que la superficie bajo el eje de abscisas en 2020 es mayor que la que está por encima del eje en 2021. Para los más escépticos: Red Eléctrica Española (REE) confirma en la nota de prensa publicada el 4 de enero de 2022 que “en el cómputo total del año, la demanda se estima en 256.462 GWh, un 2,6% más que en el mismo periodo de 2020 y un 3,1% menos que en 2019”.

Gráfico 1. Tasas interanuales de crecimiento de la electricidad en 2020-2021

Fuente. REE.

Despejada esta primera duda, vamos a examinar ahora cómo han evolucionado los consumos y los precios diarios de la energía eléctrica en días similares desde 2019 hasta 2022. Los días elegidos son el miércoles 5 de enero de 2022 (último disponible cuando escribía el artículo), el martes 5 de enero de 2021, el miércoles 8 de enero de 2020 y el martes 8 de enero de 2022, todos días laborables en aproximadamente las mismas fechas del año para minimizar los efectos de laboralidad y temperatura. Los resultados en los Gráficos 2 y 3 presentan las cantidades máximas y mínimas negociadas en el mercado diario y los precios mínimos y máximos, respectivamente, que proporciona el Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE) en esos cuatro días.

Gráfico 2. Consumos mínimos y máximos de energía eléctrica

Gráfico 3. Precios por MWh mínimos y máximos en el mercado diario y precios PVPC

Fuente: elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el OMIE.

Varias conclusiones se pueden extraer de estos dos gráficos. Primera, los consumos máximos en 2022 son notablemente inferiores a los de 2019 e incluso los consumos mínimos se han reducido en el año de la recuperación económica, confirmando que los aumentos registrados en los precios desde 2019 no pueden achacarse a un aumento sustancial de la demanda de energía eléctrica. De hecho, los consumos máximos muestran un perfil decreciente a lo largo del tiempo y el consumo máximo el 5 de enero de 2022 fue 21,77% inferior al del 8 de enero de 2019. Segunda, los precios máximos y mínimos registraron una caída en 2020, achacable a la caída de las cantidades negociadas por el desplome de la actividad económica, pero a comienzos de 2021 habían recuperado los niveles de 2019 a pesar del descenso de las cantidades negociadas. Tercera, aunque las cantidades negociadas el 5 de enero de 2022 fueron inferiores a las del 5 de enero de 2020, los precios máximos y mínimos alcanzaron niveles estratosféricos: 250,34 y 75,38 € por MWh, respectivamente.

Precio voluntario para los pequeños consumidores y la reforma de 1 de junio de 2021

Llegados a este punto, conviene aclarar dos aspectos importantes. Primero, los precios que casan las ofertas y demandas horarias en el mercado ibérico de energía eléctrica coinciden aproximadamente con el precio medio horario empleado a efectos del cálculo del precio voluntario del pequeño consumidor (PVPC) que afecta a unos 11 millones de clientes. Como el lector puede comprobar en el Gráfico 4, los precios medios mínimo y máximo de referencia a efectos del cálculo del PVPC fueron 76,11 y 250,20 € por MWh el 5 de enero de 2022, muy similares a los que aparecen en las dos primeras columnas en el Grafico 2, 75,38 y 250,34 € por MWh.

Gráfico 4. Precio medio horario a los efectos del cálculo del PVPC

Fuente: OMIE.

Segundo, los precios diarios PVPC mínimo y máximo se forman a partir de un precio de mercado diario e intradiario que es sustancialmente superior a ese precio medio de referencia. Como puede comprobarse en el Gráfico 5, los precios en el ‘Mercado diario e intradiario’ que proporciona Red Eléctrica Española (REE) fueron 94,23 y 298,76 € por MWh el 5 de enero de 2022, esto es, 23,8% y 19,41% más altos, respectivamente, que el precio medio horario para efectos del cálculo PVPC, 76,11 y 250,20 € por MWh que proporciona OMIE.

Gráfico 5. Término de facturación de energía activa del PVPC el 5 de enero de 2022

Fuente: REE.

Tercero, a esos precios de mercado de diario e intradiario hay que sumar el coste por ‘Servicios de ajuste’, ‘Financiación Operador Sistema’, Financiación Operador de Mercado’, ‘Coste de comercialización variable’, y ‘Peajes y cargos’ para obtener los precios mínimo y máximo, 114,73 y 408,58 € por MWh, respectivamente, que aparecen desglosados en la parte inferior del Gráfico 5, y cuyo total aparece en las columnas tercera y cuarta en el Gráfico 1. Estos precios ‘finales’ son 52,20% y 63,20%, respectivamente, superiores a los precios del mercado diario en el Gráfico 1. Finalmente, a los costes de la energía hay que sumar en la factura eléctrica los cargos por potencia contratada, impuestos sobre electricidad, alquiler del contador e IVA normal para llegar al precio final de la electricidad PVPC. El único alivio que han recibido los consumidores en los últimos meses es la reducción transitoria del tipo de IVA, el impuesto especial sobre la electricidad y el impuesto sobre la producción de energía eléctrica.

El 1 de junio de 2021 se introdujeron reformas sustanciales en el modelo de facturación para los clientes PVPC que  analicé en mi artículo “Cómo nos confunden las eléctricas con ayuda del gobierno”, publicado en este diario el pasado 4 de septiembre. En concreto, los dos períodos diarios valle y punta de 12 horas cada uno fueron sustituidos por tres períodos en los días laborables, valle de 0:00-8:00 horas, llano de 8:00 a 10:00 y 14:00 a 16:00 horas, y punta de 10:00-14:00 y 18:00-24:00 horas, y los sábados y domingos pasaron a ser valle. Aunque el total de horas valle se ha mantenido constante, los consumidores perdimos 6 horas valle en horas de mucha actividad en el hogar, perjudicando casi con toda seguridad a la mayoría de los consumidores PVPC. Esta reforma introdujo, además, peajes diferenciados por potencia contratada y consumo de energía, y convirtió el coste principal de la factura ‘Consumo de energía’ en una cifra imposible de verificar multiplicando los consumos realizados por el precio del KWh en los distintos periodos, a diferencia de lo que ocurría hasta ese momento.

Gráfico 6. Evolución del índice de precios al consumo de la electricidad

Fuente: elaboración propia a partir de datos del INE.

Miremos por último a lo que nos dice el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la evolución del precio de la electricidad que pagamos los consumidores. El Gráfico 6 muestra la evolución del precio de la electricidad que pagan los consumidores, no el inquilino de La Moncloa al que su factura no ha subido nada. El resultado confirma lo que a la vista del análisis de la evolución de los precios en el mercado mayorista y los precios de la electricidad PVPC cabía esperar: los precios de la electricidad que pagan los consumidores han registrado una brusca subida en 2021. La tasa interanual de crecimiento en octubre era 62,79% y esa cifra se ha moderado a 46,65% en noviembre, el último mes para el que disponemos de datos. Mírese como se quiera: los precios que pagan los consumidores de la electricidad se han duplicado en 2021 y solo una reducción sustancial de las cantidades consumidas podría reducir la factura que pagamos.

Conclusiones generales

No obstante todo lo dicho en este artículo, el presidente Sánchez compareció en el Senado el 21 de diciembre de 2021 para ‘demostrar’ que la factura media en 2021es inferior a la de 2018, apelando nada menos que a Eurostat. Por cierto, que en el documento disponible en la página de internet de La Moncloa se echa en falta el enlace a Eurostat para comprobar sus afirmaciones. En fin, causa alarma ver a todo un presidente de Gobierno y doctor en Economía hacer trampas con tanta soltura.  Afirmó el presidente en su comparecencia que la factura media según Eurostat fue de 608 € en 2018 y que esa factura ascendería a 639 a causa de la inflación y a 700€ si el gobierno no hubiera hecho nada, pero como las medidas fiscales del gobierno la han rebajado en 84 €, llega a la conclusión de que la factura es 613 €, aunque la aritmética nos dice que 700 menos 84 son 614, cifras ambas inferiores a 639.

Terminó su intervención y se marchó tan ufano a La Moncloa convencido de que había machacado al senador Maroto que le había formulado la pregunta en nombre del Partido Popular. La primera trampa que hace el presidente es actualizar la factura con la ‘inflación’ sin especificar cuál es el índice de precios que utiliza para ello. La segunda es que no explica cómo pasa de 639 a 700 €, la supuesta factura media en 2021, ni tampoco cómo calcula que las medidas adoptadas por el gobierno han rebajado esa supuesta factura en 84 €.  Pero la trampa gorda, imperdonable en un economista, es de mucho más alcance. Supongan ustedes que el precio de la electricidad se dobla entre 2018 y 2021 y ustedes reducen a la mitad su consumo. ¿Cuánto pagarían ustedes? Lo mismo, verdad. Pues bien, hemos visto en este artículo que el consumo de energía eléctrica ha caído en España y muchos ciudadanos saben muy bien que están pasando frío y haciendo sacrificios para pagar algo menos.

Olvidémonos de los insolventes cálculos del presidente Sánchez y vayamos al meollo del asunto. Las conclusiones generales que podemos extraer del análisis realizado en este artículo son las siguientes:

  1. El precio en el mercado de generación de la electricidad ha registrado un aumento extraordinario en 2021.
  2. Dicho aumento no puede achacarse a un aumento de la demanda provocado por la recuperación económica, ya que los consumos son todavía inferiores a los de 2019.
  3. Tercero, la reforma implantada el 1 de junio de 2021 no ha ayudado a los pequeños consumidores y ha disminuido la transparencia de la factura eléctrica.
  4. Cuarto, las reducciones del precio final de la electricidad por las reducciones impositivas han moderado algo la subida de los precios, pero no han compensado los fuertes aumentos registrados en los precios en 2021 y son, además, transitorias.
  5. Quinto, los precios de la electricidad que pagamos los consumidores han aumentado de forma desorbitada. Lo hemos comprobado examinando la evolución del precio voluntario que pagan los pequeños consumidores (PVPC) y el índice del precio de la electricidad del conjunto de los consumidores.

Lo que cada uno de nosotros acaba pagando en la factura eléctrica depende tanto del aumento de los precios como de las cantidades consumidas. La mayoría de los españoles, pese a los esfuerzos que hemos hecho por reducir el consumo de energía, hemos visto cómo se disparaban nuestras facturas y quizá el único consumidor cuya factura ha permanecido inalterada en 2021 sea el inquilino de La Moncloa.

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