Larga vida a la Constitución

Constitución española

Constitución española

En varias ocasiones he manifestado en estas páginas el profundo agradecimiento que siento por la Constitución de 1978 que cumple 36 años. A pesar de algunos excesos retóricos y promesas algo utópicas que quizá nunca debieron plasmarse en el texto –¡y que el bueno de Anguita reclamaba cumplir literalmente!–, a pesar de la tan criticada indefinición del Título VIII que dejó excesivamente abierta la distribución de competencias entre las administraciones del Estado, sólo puedo sentir una enorme gratitud hacia la norma que consagró la reconciliación entre las dos Españas, y que pese a todas sus imperfecciones y defectos ha hecho posible que los españoles hayamos disfrutado del período más largo de libertad, concordia y prosperidad de nuestra historia.

El final de la Transición, elecciones generales1982

El final de la Transición, elecciones generales1982

 

Ministerio de Sanidad

Ministerio de Sanidad

Balance positivo

Las personas que vivimos bajo la dictadura franquista y hemos ya sobrepasado holgadamente la línea de sombra que marca el final de la atrevida juventud, apreciamos quizá con más intensidad estas décadas de cambio tranquilo en las que hemos podido expresar libremente nuestras opiniones, fundar partidos políticos y asociaciones, mejorar sustancialmente la educación, la sanidad y las condiciones de vida de las personas mayores, como demuestran la elevada esperanza de vida de los españoles y la incorporación a la modernidad científica, y, en fin, sumarnos al proyecto de construcción europea para superar los bárbaros enfrentamientos entre nacionalismos desaforados que tanto sufrimiento y destrucción causaron en la primera mitad del siglo XX en Europa. Poca cosa, al parecer, para aquellos que quieren finiquitar un período histórico de insólita tolerancia y pacífica convivencia en estos ásperos pagos.

González firmando el acuerdo de adhesión a la CEE en 1986

González firmando el acuerdo de adhesión a la CEE en 1986

 

El infantilismo democrático

Estamos hablando de avances sociales importantísimos y reconocerlos no significa cerrar los ojos a los múltiples y graves problemas de la sociedad española –paro, corrupción y fraude, problemas de índole económica, los políticos y los partidos políticos, etc.– que con frecuencia se invocan interesadamente para cargar contra la pobre Constitución que ni es responsable de la Gran Recesión y la crisis financiera que han zarandeado con furia a la economía española, ni de la falta de honradez de los políticos y directivos de entidades financieras, ni del escaso celo de las instituciones fiscalizadoras (Banco de España, CNMV. Agencia Tributaria, etc.), ni de la conducta pacata de bastantes fiscales y jueces. Felizmente, las cosas parecen estar cambiando e instituciones que parecían entumecidas y desprestigiadas van saliendo del letargo y numerosos delincuentes de guante blanco empiezan a pagar por los desmanes cometidos. Para acabar las malas prácticas administrativas o financieras, o para poner cerco a la evasión fiscal de las grandes fortunas y las multinacionales, no hace falta cambiar la Constitución ni sustituir nuestro sistema democrático por un régimen populista cuyas funestas consecuencias podemos constatar en Venezuela y Argentina. Estados Unidos, cuya Constitución ha incorporado 27 enmiendas desde 1789, lo hace con mayor eficacia.

Goirigolzarri, toma el relevo tras la desastrosa gestión de Blesa y Rato en Caja Madrid y Bankia

Goirigolzarri, toma el relevo tras la desastrosa gestión de Blesa y Rato en Caja Madrid y Bankia

Pablo Iglesias promete acabar co el régimen de la Transición

Pablo Iglesias promete acabar co el régimen de la Transición

Está, no obstante, muy arraigada entre los españoles la noción un tanto infantil de que la Constitución debería adaptarse continuamente porque la sociedad y los problemas que se presentan cambian también con el paso del tiempo. “Yo no voté la Constitución”, “Los problemas en 1978 eran otros”, o “Hay que reformar la Constitución para encajar Cataluña en España”, etc., frases que con frecuencia se escuchan en boca de quienes apuestan por enmendar parcial o totalmente la Constitución para resolver éste o aquél problema. Iglesias, secretario general de Podemos y uno de los chicos más atrevidos de la clase, pretende nada menos que iniciar “un proceso constituyente para abrir el candado del 78 y poder hablar de todo”, y “acabar con el régimen de la Transición”. Escucho los aplausos ensordecedores que ribetearon el final de esta arenga vacía de Iglesias, y me consuelo pensando que, quienes hoy aplauden semejante banalidad, mañana podrían tirarle huevos y tomates con igual entusiasmo.

 

La reforma federal del PSOE

Sánchez con Mas en la entrevista oficial que mantuvieron en la sede del gobierno catalán

Sánchez con Mas en la entrevista oficial que mantuvieron en la sede del gobierno catalán

El PSOE lleva tiempo acusando a Rajoy de inmovilismo y pidiendo la reforma de la Constitución en clave federal porque, según Sánchez, es la única vía para solucionar el problema del encaje de Cataluña en España. Tal vez el líder socialista que pretende “renovar el pacto del 78” tenga claro cómo pudiera concretarse dicho encaje y cuente incluso con la aquiescencia secreta de Mas y Junqueras a su plan. Nada, sin embargo, induce a pensar que así sea y todo apunta a que su reforma federal es tan sólo una cortina de humo para justificar sus ataques, no a Rajoy, sino al Gobierno de España, una práctica de acoso que desprestigia a las instituciones centrales del Estado y que inició con saña el president Montilla con sus campañas de propaganda y manifestaciones orquestadas por su gobierno en contra del Tribunal Constitucional.

Pujol con sus hijastros putativos

Montilla con Mas y Maragall en la manifestación convocada por Montilla con Pujol y Maragall en la manifestación contra la sentencia del TC sobre el Estatut

¿Acaso hay algo que puede ofrecer a Mas, presidente de los independentistas catalanes, para hacerle cambiar de opinión sin poner en riesgo la igualdad de todos los españoles? ¿Blindaje de competencias en lengua y cultura? ¿Federalismo asimétrico, o dicho en castellano paladino, privilegios fiscales? A la vista del plan exprés que desveló Mas hace unos días para alcanzar la independencia en 18 meses, o la variante que propuso Junqueras el 2 de diciembre, sólo cabe concluir que a los independentistas catalanes les importa un bledo el encaje constitucional que el PSOE (y lo que queda del PSC) promueven, y que lo urgente ahora es prepararse para derrotar el golpe de Estado que juntos planean dar en los próximos meses.

Mas y Junqueras se dan la espalda en el Parlament 2 diciembre 2014

Mas y Junqueras se dan la espalda en el Parlament 2 diciembre 2014

 

Firmeza y reformas para fortalecer la Constitución

Frente a aquellos que quieren “hablar de todo” y todo lo cuestionan, y a quienes pretenden extraer privilegios para los suyos, la Constitución de 1978 tiene el mérito de consagrar en su artículo 14 la igualdad de los españoles ante la ley, y su mantenimiento asegura una estabilidad del entorno político y jurídico muy deseable para el desempeño de la actividad económica y su financiación. Desde esta perspectiva, sería deseable que el Gobierno expusiera sin complejos las ventajas de preservar el orden constitucional, y presentara a los ciudadanos un proyecto político y una hoja de ruta donde se detallaran las reformas que piensa acometer para mejorar el funcionamiento de las instituciones y asegurar la igualdad de los españoles en los próximos años.

Rajoy en su comparecencia el 12 de noviembre después de la consulta del 9-N

Rajoy en su comparecencia el 12 de noviembre después de la consulta del 9-N

Además de intensificar la lucha contra la corrupción político-administrativa y el fraude fiscal aumentando los controles y los medios asignados, el Gobierno tiene que exigir el cumplimiento de la Constitución, las Leyes que la desarrollan y las sentencias de los Tribunales que las sancionan. Asimismo, tiene la obligación de impugnar cualquier normativa autonómica que limite el libre ejercicio de los derechos constitucionales a sus propios ciudadanos, o levante barreras que lesionen los derechos de quienes residen en otras CC. AA. La experiencia indica que hacer la vista gorda ante incumplimientos flagrantes, además de desacreditar al Gobierno español ante la comunidad internacional, exacerba las tensiones entre las Administraciones. Finalmente, al Gobierno español le compete tomar la iniciativa para realizar las reformas legislativas necesarias –incluidas la transformación del Senado en “Cámara de representación territorial”, y la clarificación de la distribución competencial establecida en los artículos 148 y 149 del Título VIII– con el fin de asegurar que esa igualdad de derechos se materializa en la práctica. Resulta inadmisible que los residentes en CC. AA. con régimen foral y algunas de régimen común cuenten con una financiación por persona muy superior a la media mientras otras reciben una financiación notablemente inferior.Ángel de la Fuente

Congreso sesión plenaria 8 de abril 2014

Congreso sesión plenaria 8 de abril 2014

La débil recuperación de la economía española no puede ser una excusa para no actuar con firmeza y soslayar las reformas mencionadas: al contrario, la firmeza del Gobierno puede contribuir a apuntalarla y a acallar a quienes esgrimen la corrupción o los agravios comparativos (reales o imaginarios) para justificar la ruptura del orden constitucional. El Gobierno que cuenta con mayoría absoluta, está en condiciones de llevar la iniciativa política y de presentarse ante los ciudadanos como el garante de una Constitución que consagra la igualdad de todos los españoles y ha propiciado el período más prolongado de libertad, concordia y prosperidad de nuestra historia. ¡Larga vida a la Constitución!

Los representantes de CiU, ERC e ICV-EUiA en el Congreso el 8 de abril 2014

Los representantes de CiU, ERC e ICV-EUiA en el Congreso el 8 de abril 2014

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